Tras nacer y vivir unos años donde ni tu sabes de tu existencia, empieza en tu vida la grandeza de pensar, de repente,entras en la adolescencia, esa época mágica donde piensas distinto, no eres niño, ni adulto, donde tienes días que no cabes en tu inmensa alegría, y días que no sales de la agonía, días donde todo te sorprende, te sientes grande, pero muchas veces, piensas, ¿que sera de mi cuando esto acabe?, si encontraras trabajo, si seré alguien importante, si tendrás alguien al lado a quien querer. La verdad, no me gustaría pensar lo que me hacen pensar, por eso a veces, pienso que el dinero da la felicidad, y es triste, pero en realidad pienso que se puede ser feliz solo con tener cada día un plato delante, unos amigos, familia y el querer de mi madre... seguramente, no seré nadie haciendo algo especial que nadie ve, pero no seré alguien, porque alguien vea algo especial que pueda hacer, seré alguien cuando los de mi alrededor me quieran por como soy hoy y fui ayer...
Por eso no quiero pensar en un mañana, si tendré un buen trabajo, hijos, mujer... eso ya vendrá, ahora voy a disfrutar, que aunque me queda poco, soy un niño y solo lo seré una vez.
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